Desde finales de los años 90 hasta hoy, la existencia cada vez más numerosa de las redes de telefonía móvil y WiFi domésticas hace que estemos constantemente expuestos a numerosas radiaciones electromagnéticas, principalmente en las ciudades. Debido a la longitud de onda de este tipo de radiación del rango de las microondas (entre 300 Mhz y 300 Ghz), éstas pueden traspasar los muros y tabiques de las viviendas. Gracias a este principio podemos tener acceso a la telefonía móvil …